¿Cómo funcionan las tallas de sujetador? Contorno y Copa

¡Buenas a todas!

Vamos a entrar en materia con el tema de las tallas. Como hay bastantes cosas que explicar y yo soy de mucho enrollarme, voy a ir haciendo entregas por capítulos para que no se haga muy pesada la cosa 😀

¿Cómo funcionan las tallas de sujetador? Quienes ya lo sepáis, pensaréis que esta entrada es una chorrada. Pero lamentablemente hay muchísima gente que aún no sabe cómo funcionan. En serio, mucha, más de la que os imagináis.

Un grito al mundo: ¡La 90 no es una talla! Ni la 95, ni la 100. Eso es media talla, nada más.

La talla del sujetador se compone de un número y una letra. El número se refiere a lo que llamamos el contorno, y la letra se refiere a lo que llamamos la copa. El contorno viene dado por la medida de nuestro contorno (valga la redundancia) alrededor de la base del pecho, mientras que la copa se determina con la medida de nuestro contorno alrededor de la parte más amplia de nuestro pecho (generalmente a la altura de los pezones).

La medida 2 determina la talla del contorno.
La medida 1 determina la de la copa.

De forma que si me dices que llevas la 90, me puedo hacer una idea sobre cómo de ancha tienes la espalda, pero no sé nada acerca del tamaño de tu pecho. El problema es que las grandes cadenas de corsetería (y tristemente muchas pequeñas también) se empeñan en meter a toda la población en 5 tallas y solo venden la copa B. De forma que parece que lo “normal” fuera la copa B y el resto fueran cosas raras. Tanto es así, que cuando alguien nos dice que lleva “la 90” damos por hecho que se refiere a la 90B.

Las tallas de contorno, en España van de 5 en 5. Las que solemos encontrar más facilmente en las tiendas van desde la 80 hasta la 100. Por supuesto existen muchas más. Lo mismo con las copas. Las copas en España se representan con una sola letra, en orden alfabético. La A es la más pequeña, la B, como dije, es la que solemos ver en todas las tiendas. La copa C y la copa D también se pueden encontrar en muchos sitios. Y a partir de ahí es casi misión imposible, pero como dice la cabecera de este blog, también hay vida más allá de la copa D. Existen muchas más, tantas como os imaginéis, aunque cuanto más lejos en el alfabeto estén, más difíciles de encontrar, pero de esto ya hablaremos en otros posts.

Logicamente, cuanto mayor sea la medida del contorno, mayor será la talla que usamos. Pero en el caso de la copa, la talla aumenta cuanto mayor sea la medida respecto al contorno. Es decir, la talla de la copa es una medida relativa. No todas las copas B son del mismo tamaño ni todos los pechos de un determinado tamaño usan la misma letra de copa. Supongamos que cada una de mis tetas tiene el tamaño de una pelota de tenis, y que mi talla es la 90C. Otra persona que tenga el pecho del tamaño de dos pelotas de tenis no tiene por qué llevar mi misma talla. Si su espalda es mayor que la mía, por ejemplo una 100, llevará una copa menor que la D, porque su pecho en proporción al contorno es mucho menor que el mío. He hecho un dibujito para ilustrarlo. Como podéis ver, tengo nulas habilidades para el dibujo, y menos a ordenador 😀

En los dibujos, el volumen del pecho es exactamente el mismo, pero la constitución de cada uno de los ejemplos es distinto. Aunque el tamaño del pecho en términos absolutos es el mismo, en términos relativos el dibujo de la izquierda tiene más pecho que el de la derecha, ya que al ser más fina de contorno, proporcionalmente tiene más pecho que el dibujo de la derecha. Por eso, la persona de la izquierda llevará más copa que la persona de la derecha. También llevará un contorno menor puesto que su ancho de espalda es menor. Por poner un ejemplo, el dibujo de la izquierda podría llevar una 85D y el de la derecha una 95B. Y es que existe una equivalencia entre diferentes tallas en lo que se refiere al volumen, pero para no alargar este post, mejor hablamos de eso en el próximo 😀